Lagos Marina

Esta fue otra travesía nocturna que nos llevó de Lisboa a Lagos, pasando por el cabo de San Vicente. Por cierto el cabo de San Vicente solo lo he podido ver en las fotos que tomó Celia antes de que la niebla lo ocultase, yo estaba durmiendo después de mi guardia. La niebla era tan espesa que hubo muchos momentos que solo se veía a unos pocos metros de distancia del barco. El radar aquí es fundamental. No oímos ninguna señal acústica a pesar de ver varios puntos en el radar. Nosotros encendimos las luces, disminuimos la velocidad y como íbamos a motor dábamos una pitada larga cada dos minutos. La marina de Lagos se accede a través de un canal, atracas en el pantalán de registro y luego levantan un puente peatonal para que pases con el barco a la dársena.

Puesta de sol de camino a Lagos

Cabo San Vicente

Graciosamente después de más de treinta horas navegando, después de ducharnos no dirigimos a Lagos. Nada más salir de la marina, una mujer nos preguntó si queríamos un paseo en barco!! En Lagos una de las atracciones turísticas más comunes son paseos en barco para ir a ver las grutas y delfines. Sólo le dijimos que gracias pero que no estábamos interesados.

Visibilidad con niebla: nada!

Pesquero que apareció en medio de la niebla. El radar nos lo había ya advertido

Lagos, así como todo el sur de Portugal es un destino muy turístico para los que buscan sol y buen tiempo seguro. Aun así la ciudad tiene oferta histórica para el visitante como por ejemplo murallas, iglesias, lonja de pesado, museos, ...