Al
final nos decidimos por Oeiras marina para no estar dos horas
remontando el Tajo que luego serían dos horas más para al volver a
la mar. Celia y yo pensamos que fue una buena decisión. Estar en
esta marina significa que para ir a Lisboa hay que coger un tren que
pasa cada viente minutos y que te deja justo en el centro de Lisboa.
No problem!
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| Saliendo de Oporto |
El
centro de la capital portuguesa está llena de turistas paseando por
esas calles bien cuidadas con piedra blanca, llenas de tiendas y
cafeterías. Como dice el dicho, la cabra siempre tira hacía el
monte, para nosotros la parte más bonita de Lisboa es la que está
cerca del mar. Destacar la pastelería en Belen donde se crearon por
primera vez los pasteles de nata.
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| Forte de Sao Juliao da Barra, llegando a Oeiras |
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| Torre de Bugio dejandola por estribor |
A nivel
náutico el viento que estaba soplando estos dias por la costa
portuguesa era un viento bastante flojo de componente sur. Para los
próximos días la previsión no cambiaba mucho pero en tres o cuatro
días el flojo viento del sur aumentaba su fuerza y no parecía
cambiar en los próximos siete días de previsión. Estas condiciones
nos animaron a salir de Lisboa un poco más pronto de lo que nos
hubiese gustado.
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