28 feb 2015

El parón invernal lo hemos aprovechado para poner a punto a Gratitude. Entre otras muchas cosas ahora tenemos AIS (solo receptor), equipo de viento, genova recosido, nueva jarcia, puesto a punto el motor, cortinas, iluminación LED, fundas de velas con cremalleras, arreglado el piloto automático, nueva antena VHF, drizas nuevas, pinzote nuevo,... no nos hemos aburrido valido la pena hacer todas estas cosas durante el parón de invierno ahora nos dirigimos a Burriana donde solo queda por sacar el barco y darle un par de capas de antifouling para tener el barco fino-fino.

Un dia lluvioso en la marina

El invierno lo hemos pasado en la Marina Real Juan Carlos I de Valencia. Curiosamente, nuestro vecino danés que junto con su mujer, se construyeron su propio velero, han navegado por el mar del Norte, por el Mediterráneo, han cruzado el Atlántico, etc, etc, una vez le pregunté cuál había sido su travesía más difícil. Y sin dudarlo me respondió que la más complicada fue aquella que hizo cuando dejó Dinamarca, no por la mar ni el viento sino por los sentimientos de dejar su casa, su familia y sus amigos. Tiene toda la razón. Hacen falta muchos nudos de viento y olas muy grandes para superar la dificultad emocional que da dejar tu lugar.

Nuestro jardin trasero
A pesar de todo Celia y yo dejamos Valencia con muchas ganas de seguir nuestra travesía para seguir conociendo lugares y gente maravillosa. De eso se trata este viaje.

Estamos otra vez en ruta!



GreenPeace se pasó por la marina 

Gratitude sin palo. La verdad es que está feo

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