18 jun 2014

Upnor, situado en el condado de Kent, ha sido nuestro lugar de puesta a punto de Gratitude, en total una semana de dique seco, del 12 al 19 de Junio. Upnor es realmente pequeño, es una localidad que tiene un par de calles residenciales y poco más, bueno, tiene dos pubs, dos clubs de vela y un centro de actividades deportivas. En la parte de faltas, carece de supermercado, así que para hacer la compra hemos tenido que pedalear hasta Rochester o Strood. No están muy lejos pero las bicicletas no tienen mucho espacio para cargar con la compra por lo que los viajes al supermercado han sido casi diarios. Ir en bici nos ha permitido ejercitar las piernas y además descansar del duro trabajo que ha sido poner el barco a punto.
En esta semana no hemos parado de trabajar. Hemos lijado el casco, le hemos dado una capa de imprimación, dos de antiincrustrante (antifouling), subido al mástil a cambiar bombillas, limpiado por dentro, le hemos metido todas las cajas que trajimos de Munich (esta ha sido la parte más complicada de todas!) y mil cosas mas. Todo para que el día 19, Gratitude pudiese ir al agua. Como así ha sido.

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La grúa esperando, la noche anterior, a bajar a Gratitude al mar

Los momentos previos a poner tu primer barco en el agua son difíciles de expresar en palabras. Es un especie de examen en el que esperas que no se te haya olvidado nada. Esperas que el barco siga flotando una vez toque el agua. Cuando saltas a bordo del barco, ya en el agua, pero con la grúa todavía aguantándolo y miras todas las sentinas, ves que todo sigue seco y entonces respiras un poco más tranquilo. Luego el motor arranca y el silencio se rompe. Sueltas amarras. Los primeros metros en los que navegas en tu velero, de repente se te olvida todo el duro trabajo y todo lo que te ha costado llegar hasta aquí. Es un momento inolvidable. Todo ha merecido la pena.


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Esperando a que suba la marea para bajar a Gratitude
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